[mini historia] Drenar

Marcos revisó el cuerpo nuevamente, quería asegurarse que no hubiera sangre en el. Era solo la tercera vez que realizaba esta técnica para drenar la sangre de su victima, una muchacha de 19 años, delgada de pelo lacio café y largo, mas allá del hombro, la conoció un día en el malecón mientras caminaba, chocaron y ella se portó amable con el, conversaron del clima, comieron nieve, fueron a su casa y se la cogió lo mas duro que pudo y todo terminó con el secándola del liquido rojo que nos da vida.

Marcos empezó a recoger todo a su alrededor, soltó los nudos con los que estaba amarrada, limpió los cuchillos con los que le cortó las venas del cuello, y metió los frascos de sangre a su mini refrigerador, donde mantenía los demás. Al ver que el cuerpo perdía color, prendió la moledora de carne y fue por un hacha, con la cual cortó en pedazos a su victima. Seguido, hecho cada pedazo hasta convertirlo en carne molida pálida, al terminar empacó todo y se fue a dormir.

Siempre tuvo pesadillas, y esta noche no fue la excepción, miraba como su padre penetraba a su madre por el ano, mientras ella gritaba en dolor y placer a la vez, seguido de su padre invitándolo a entrar, solo para golpearlo por intentar ver, gritándole que iba a destrozar cada pedazo de su madre hasta dejarla sin vida. El cuarto se volvía oscuro y caían pedazos del cuerpo de su madre a su lado mientras se hundía en sangre. A las 7:16 despertaba lleno de sudor frio y temblando. Se daba un regaderazo y bajaba a desayunar. Su alimento de madrugada consistía en dos huevos crudos y una toronja.

Marcos es de complexión delgada, siempre lo fue, sin embargo, últimamente su cuerpo parece de alguien que sufre de anorexia. Usa camisas de tirantes,  sin bigote, sin barba  y el pelo corto. Viste pantalones regulares,  zapatos de vestir y no trabaja. Salió a caminar por el muelle de nuevo. Había conmoción ese día, al parecer andaban buscando a una muchacha delgada de cabello largo güero, al ver los letreros, Marcos recordó la cara, su primera victima, la conoció también en el malecón, tomaba fotos de los pájaros que se acercaban, mas que nada a gaviotas, al ver a Marcos, le pidió que le dejara tomarse una foto, el aceptó y de ahí se fue todo el dia platicando con ella mientras comían nieve. En la noche fueron por unos tragos, y terminaron cogiendo en casa de Marcos. Ella también fue amable y también se acostó con el en cuanto lo conoció, lo que la hacia una puta. Seres que en este mundo no tienen lugar para el. Le convenció que jugaran “role-playing”, por lo que logró atarla en la cama de su sótano. Al tenerla sin posibilidad de escapar, sacó los cuchillos, ella empezó a ponerse nerviosa diciéndole que mejor no quería jugar, que la desatara, pero la cara de Marcos ya no era la misma, había perdido el control y contacto con el mundo real, ella empezó a gritar pero Marcos le paso el cuchillo por el cuello rápidamente y ella murió en el instante, cesando los gritos, y como si hubiera sido planeado Marcos automáticamente lleno frascos con su sangre y corto su cuerpo en pedazos para procesarlo en carne molida. Al recordar todo los eventos, siguió caminando, gente que estaba pegando los anuncios se le acercaba pero el rápidamente negaba todo lo que le preguntaran, ofreciendo ayudar en lo que pudiera. Por mas que su físico diera una desconfianza automática, era demasiado carismático que las personas olvidaban por completo y se dejaban hipnotizar por su forma de ser.

Marcos continuo caminando hasta llegar a la orilla del muelle, donde se quedo a ver las gaviotas intentar comer peces del mar, había algo del mar que lo relajaba, tal vez el sonido, tal vez los el ecosistema dentro de, o tal vez el infinito que el mar sugiere. Un infinito donde uno se puede perder por la eternidad, en una oscuridad inmensa llena de animales desconocidos. Para Marcos, lo mismo que estar en la superficie, excepto que el sol sale y alumbra la tierra.

Regresa a su casa, no es un asesino que necesita matar constantemente, no siente una necesidad para realizarlo, solo sucede, se le prende como un botón. Un botón que sus tres únicas victimas lograron prender. No es algo que busca, algo que le gustaría realizar, pero es consciente de que en algún momento volverá a suceder, por el momento solo piensa en comer, y mientras recorre el muelle lleno de  posters de la desaparecida, Marcos solo ve las imágenes de sus padres mientras se mutilan entre ellos en un acto sexual, perdiendo la vida frente a sus propios ojos.