lunes, 5 de octubre de 2009

.lo mejor III.

gritos de puerta a puerta,
Elisa se refugia en el abismo de su reflejo frente
al espejo de su tocador,
se convierte en un cliché andante,
donde la droga es su mejor amiga,
su mama el reflejo
y su papa el hombre de dos caras
que controla sus impulsos como un complejo de edipo no resuelto.

Cae la noche, y pronto sera hora
de regresar al lugar debajo del puente,
al patio de una casa,
o el asiento trasero de un carro extraño.
Elisa, solo sonrie.

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